15 Abr, 2023
UPP: Render UPP
Cannava, la empresa estatal jujeña que Gerardo Morales puso en funcionamiento en 2018 para dedicarla a la producción de cannabis medicinal de grado farmacéutico ya es hoy la compañía líder en la industria argentina.
Ahora, Jujuy da un paso más en el marco de sus inéditas transformaciones: el Gobernador anunció en su discurso en la Legislatura que se construirá un parque de incubación de unidades productivas privadas, que, a modo de franquicia biotecnológica, producirán inflorescencias de alta calidad para cubrir la mayor demanda productiva de la sociedad estatal.
El sistema es verdaderamente una franquicia agro-tecnológica. El parque de incubación de más de 70 hectáreas será un campus productivo moderno, insertado dentro del complejo de biotecnología que la sociedad estatal ha levantado en menos de 5 años en finca El Pongo.
Dentro de esa superficie, el diseño contempla la instalación de 66 unidades productivas, de las cuales 40 se pondrán en marcha este mismo año.
Cada unidad productiva consistirá en un invernadero altamente tecnificado y automatizado, de 2.500 metros cuadrados, con capacidad para producción de cerca de 2.000 plantas por ciclo, en 3 o 4 ciclos anuales. La provincia instalará los 40 invernaderos -que ya están en camino desde China- y toda la infraestructura asociada (aprovechando los estrechos vínculos que la Gestión de Morales supo desarrollar con el gigante asiático en estos 8 años de gobierno).
La empresa estatal establecerá los procedimientos operativos estándar, que son ni más ni menos que los manuales de calidad y de operación que cada titular de una licencia de “operación” deberá respetar a lo largo del tiempo. Estos manuales son el resultado de estos años de aprendizaje y puesta a punto de los modelos tecnológicos y productivos, apuntando a los niveles de excelencia que exige el mercado de biofármacos en Europa.
Cada unidad productiva deberá producir un mínimo de kilos por año, y deberán cumplir con rigurosos estándares mínimos de calidad, desde valores microbiológicos aceptables en virtud de estándares de farmacopeas internacionales hasta cuestiones como el calibre de las flores y el nivel de contenido de terpenos de cada lote.
Para otorgar las licencias de operación, Cannava realizará una convocatoria pública provincial y nacional, y cada interesado deberá presentar un plan interanual de operación y mantenimiento de cada unidad productiva. La evaluación técnica de ese plan de operaciones será determinante para la selección de los titulares de las licencias, los que durante los primeros 5 años podrán producir para cubrir la mayor demanda de la empresa estatal.
Un sistema de auditorías y puntajes ira determinando la calidad de operación de cada unidad productiva, factor determinante para la determinación de los precios de transferencias del material vegetal producido. Todo el predio se encontrará vigilado y sometido al control del cuerpo especial de las fuerzas de seguridad de la provincia que vienen implementando el protocolo de seguridad asociado al sistema productivo.
Con esta apuesta, no solo se permite que el sector privado se inserte progresivamente y de forma ordenada en un sistema de producción de cannabis medicinal de alto nivel, sino que además se garantizarán estándares de calidad internacionales, factor clave para ocupar el tan ansiado espacio que todos imaginan a la hora de hablar de la potencia económica del mercado del cannabis medicinal.
Cada unidad productiva empleara entre 7 y 10 trabajadores directos. Es decir que, en su primera etapa, este plan lanzado por Morales creara cerca de 400 nuevos puestos de trabajo directos y estables a lo largo de todo el año.
La capacidad de facturación anual de este sistema de unidades productivas privadas rondará los 20 millones de dólares anuales, convirtiéndose en una alternativa real para la diversificación de la matriz productiva de la provincia y la región.
Además, la provincia ya está desarrollando un plan maestro de cultivo de tejido celular in vitro, lo que le permitirá tener una escala biotecnológica que garantizará las mejores genéticas y los plantines más sanos para este modelo productivo, que luego podrá ser fácilmente replicable a otras plantas medicinales o con fines alimenticios.
Así, Jujuy apunta a convertirse en uno de los actores globales más estables y confiables dentro de la cadena internacional de suministro de cannabis medicinal de grado farmacéutico.